LIBERTAD Y DEMOCRACIA ACADEMICA

La formación integral desarrolla las potencialidades individuales y sociales, el conocimiento libera de la determinación de la irracionalidad, lo proyecta como ser humano y lo hace persona para construir convivencia y capital humano.

Con el conocimiento la persona sustenta las decisiones personales, sociales, políticas y económicas racionalmente y adquiere libertad.

El articulo 4 de la ley 30, expresa que “la educación superior, sin perjuicio de los fines específicos de cada campo del saber, despertara en los educandos un espíritu reflexivo, orientado al logro de la autonomía personal en un marco de libertad de pensamiento y de pluralismo ideológico que tenga en cuenta la universalidad de los saberes y la particularidad de las formas culturales existentes en el país. Por ello la educación superior se desarrollara en un marco de libertad de enseñanza, de aprendizaje, de investigación y de cátedra”, lo cual configura una línea de constante trabajo y construcción a lo largo de mi gestión rectoral para que este principio se consolide en la universidad.

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